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El búcaro de barro

El agujero

El  agujero

         El primer piso en el que viví, en este pueblo, era un tercero en que la única vista a la calle era una minúscula terraza lavadero donde, además, a lo lejos, en un hueco entre edificios se veía un trozo minúsculo del mar. Me gustaba asomarme a aquel rincón en que mi mirada fluía por aquella estrecha hendidura y era capaz de navegar muchas millas sobre las olas.

         Los años han pasado. Ya no vivo allí y cuando paso por delante me entristece ver que aquella terraza desapareció de la vista de la calle, las casas de alrededor en un crecimiento imparable, acumularon ladrillos y la vista al infinito se trocó en un reducido hueco interior donde a duras penas entra la luz.

         ¿Por qué será que, en general, los años con su "progreso" y crecimiento van taponando los agujeros por los que circulan los sueños? Algo similar nos ocurre a los seres humanos que tenemos que estar atentos para que esos agujeros (una sonrisa, un libro, un atardecer, un vaso de agua fresca, un encuentro,...) por los que nos entra la luz y nos hacen volar hacia esos momentos únicos, no se nos atoren con esas buenas excusas de la maduración y del realismo. Sólo de nosotros depende el mantener esos agujeros, abiertos al infinito, siempre lozanos y en perfectas condiciones.

 

5 comentarios

Ella y su orgía -

Tendremos que dedicarnos a construir agujeros.

Besos orgiásticos.

Elvira -

"Los años con su "progreso" y crecimiento van taponando los agujeros por los que circulan los sueños" muy buena observación.

Intentemos mantener abierta la entrada de nuestros sueños, por minúscula que sea.

Besos

Patri -

El colegio donde estudié de 1º a 5º de EGB no era muy grande. En realidad era una casa antigua, con sus techos altos, sus patios y el encanto particular que tienen esas viviendas. Una mañana me lo encontré derrumbado, en su lugar solo quedaban los dibujos que un día adornaron las paredes de la azotea. No pude evitar sentir un nudo de mi garganta al pensar en todo los recuerdos que tenía de aquel viejo colegio...

Tu blog es genial, me ha transportado. Si no tienes inconveniente y me dejas te añado a mis links, ¿te parece?

Besotessssss

tautina -

Me hace gracia que entre tus huecos incluyas un vaso de agua fresca. Uno diría que siempre se puede beber agua fresca si se desea... o quizá no, a lo mejor para beber un vaso de agua fresca en condiciones hay que detenerse a notar su frescura...
Saludos literarios, artista.

ideas -

Dicen que al crecer nos olvidamos de soñar.. o quiza le tenemos miedo...

Saludos