Blogia
El búcaro de barro

Ronquidos

Ronquidos

En la soledad de la cama, Laura, echaba de menos aquellos ronquidos de él de los que tanto se quejó. Pero ahora era demasiado tarde, otra mujer ya los había hecho suyos al descubrir el punto de ternura que se encerraba en aquel ulular nocturno.

2 comentarios

Nanny Ogg -

O, dicho de otra manera: nunca sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos... incluso cuando de ronquidos se trata.

Besos

Teresa -

Ese lobo!!!