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El búcaro de barro

Esa mirada

Esa mirada

       Estaban sentados a la mesa, uno frente al otro. Comían en silencio, mientras él reflexionaba. Nunca se le había olvidado la primera vez que la vio y cómo la acogió desnuda entre sus manos, sintiendo la suavidad de su piel y acariciándola con unas caricias que parecieron elevarla en el aire. Después de eso ¡cuántas cosas habían hecho juntos!: baños, paseos de la mano, viajes y días y noches compartidos. El tiempo pasó y los dos se habían hecho ahora más mayores. Ella se había convertido en una hermosa mujer. Mientras él la contemplaba, ella apenas lo miraba y cuando lo hacía era con una mirada teñida de una cierta agresividad. Una nube de cierta tristeza pasó ante los ojos de él y entonces pensó:

-¿Cuándo fue el puñetero momento en que mi hija se convirtió en adolescente?

 

2 comentarios

Darilea -

Así es la vida amigo, que cuando menos te lo esperas tienes a un desconocido en casa ocupando la habitación de quién antes había sido tu bebe.
:) Besitos

Teresa -

Supongo que así debe ser, pero es duro vivir algunos canvios, de una parte porque pierdes algo y de otra pq se ponen inaguantables, pero afortunadamente dicen que eso tiene fecha de caducidad. Yo también espero que así sea, por loa adolescentes que me toca aguantar.