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El búcaro de barro

Ver más allá

Un día, como por casualidad, Fidel descubrió que al cerrar los ojos frente a alguien era capaz de entrar  y ver en el interior de esa persona. En un principio se sintió entusiasmado con esta nueva cualidad. Y, entonces, cuando estaba con alguien era capaz de saber lo que había detrás, de sus gestos, de sus miradas, de sus lágrimas, de sus enfados, de sus halagos, de sus sonrisas, de sus palabras …pero descubrió tantas máscaras e hipocresía que no pudo resistirlo. Y aquella aparente virtud se convirtió en un problema. Después de esto Fidel, por temor, no ha vuelto a cerrar los ojos y lleva despierto varios meses.

5 comentarios

GLAUKA -

Es terrible ese poder. Mejor ir descubriendo poco a poco, básicamente, porque hay cosas que es mejor no saber nunca.

Brisa -

Casi que lo entiendo, a veces mirar es tan cansado que preferimos solo ver. Un besito

Gatito viejo -

Más que una cualidad resultaría una condena, la verdad. Lo ideal es poder interpretar, no saberlo todo de antemano. Descubrir es una palabra grandiosa. Saludos

luz blanca -

Holitas Buca
Hoy en día la hipocresía es tan desacarada que pá verla no hace falta ni tener poderes, ni cerrar los ojos.
Aunque fuera para ver cosas buenas, yo preferiría no tener esa cualidad, nos perderíamos el encanto de ir descubriéndolo.
Muxu.

Iris -

Pobre Fidel. :-)
En un libro de Saramago hay un personaje que tiene ese poder de ver el interior de los otros. Se llamaba Sete Luas y se apasionó por Sete Sóis. Sin embargo ese poder le permitió ayudar un cura que queria hacer una maquina voladora.