Sueños nocturnos
No suelo soñar habitualmente, pero hay sueños que, al despertar, parecen haberte embrujado para el resto del día. Hoy me ha ocurrido, lo noté porque mi despertador biológico se retrasó y al despertar noté que había estado profundamente dormido y sumergido en una fase onírica de la que sentí despertar. Nunca deja de sorprenderme el carácter azaroso de los sueños y la forma sinuosa en que logra introducirse en los recovecos más perdidos de nuestro subconsciente. La mayoría son leves pinceladas que como finos pinchazos de aguja horadan y desaparecen de manera fulminante, otros en cambio, como el de hoy, parecen invadirnos completamente, nos dominan, nos entregamos a él y cuando despertamos es como si una pátina invisible nos impregnara dejándonos desnudos a la vista de todo el mundo.
Pero no es así, nadie se da cuenta, sólo nosotros somos conscientes de que una enorme fuerza interna se ha apoderado de nosotros por unas horas sin que podamos hacer nada a cambio. En él he me ha acompañado esa persona que ya hace años murió y que, sin embargo, sigue a mi lado aunque la vida se empeñara traidoramente en lanzarla más allá de las estrellas. También esa otra mujer que la memoria pugnó por olvidar y que aparece hermosa, mimosa, burlona, sonriente y desafiando mis esfuerzos. Y me veo paseando por rincones lejanos donde sin haber un jardín me invade el aroma de las flores, abrazado por el pasado y perdido en un futuro que, paradójicamente, en cuanto despierto ya ha transcurrido. Lo que más me impresiona es que una vez despierto aún puedo sentir las brasas de unas sensaciones ardientes que yo, ingenuo de mí, pensé que se habían apagado para siempre. No es por eso extraño que esté deseando reencontrarme, esta noche, con la almohada para que cese sobre mí la influencia de ese hechizo.
5 comentarios
MaRioSe -
;-)
Gatito viejo -
Saludos
Kotinussa -
Lunaria -
Hace algún tiempo escrbí sobre un sueño que a veces me ocurría. Trataba sobre la angustia que se sufre cuando deseas despertar y no puedes.
No sé si te ocurrió alguna vez, pero me consuela saber que no soy la única a la que le ocurre.
Un saludo de una paisana.
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