Blogia
El búcaro de barro

La inutilidad

La inutilidad

         Durante la ceremonia de entrega de los premios Príncipes de Asturias, el novelista norteamericano Paul Auster indicó que el valor del arte en cualquiera de sus expresiones diversas reside en su "inutilidad".

         "El arte es inútil, al menos comparado con, digamos, el trabajo de un fontanero, un médico o un maquinista, pero ¿qué tiene de malo la inutilidad?¿Acaso la falta de sentido práctico supone que los libros, los cuadros y los cuartetos de cuerda son una pura y simple pérdida de tiempo?", afiirmó Auster durante su discurso.

           Me parece original ese valor que le da el escritor a la inutilidad y esa proyección de esa palabra a un aspecto tan lejano del, habitual, peyorativo. Cierto es que el arte en sí no tiene un valor inmediato, sino que éste surge de despertar, en las personas a las que llega, su sensibilidad y una serie de emociones que es la que le van a dar su peculiar riqueza. Una hermosa inutilidad pero que enriquece al que desarrolla una obra de arte y al que la disfruta. Valor intrínseco que va perdiendo cuando el arte se mercantiliza y pierde esa inicial simpleza para convertirse en una mercadería que funciona a base de dinero.

           Por similitud ampliaría el valor de la inutilidad a otros conceptos de la vida y abogaría por recuperar esas cosas inútiles que hacen la vida, no sé si más fácil, pero estoy seguro que mucho mejor. Me refiero a:

- respirar el aroma de una flor

-esbozar una sonrisa cuando saludamos a alguien

-escuchar el trino de los pájaros

-contemplar las olas rompiendo contra las rocas

-paladear un café

-acariciar el lomo de un libro

-sentarnos frente a una puesta de sol

-pasear por el interior de una catedral silenciosa

-hacer pajaritas de papel

-....

       Seguro que hay muchas más.¡Qué de cosas! Tan "inútiles" como maravillosas. Seguro que se os ocurren muchas más. Tenemos que estar atentos a ella, para que no se nos escapen y pasen de largo, porque son las que ayudan a conseguir que un día sea distinto al otro y se pueda transformar en inolvidable.

8 comentarios

Iris -

Estoy de acuerdo con white y no con Paul Auster. Debo decir que lo he leido y que no me gustó? Su concepto de arte como algo inutil tendria que incluir cosas tan utiles como la caricia, el beso, la mirada...

Meritxell -

Me gustó el discurso de P. Auster. Lo hemos entendido perfectamente.

Aunque desde el punto de vista de la profesora que intenta que sus alumnos lean un poco más, se acerquen al arte literario para disfrutar con los autores les suele contradecir a los alumnos ante el para qué sirve leer libros que es algo importantísimo, que de inutilidad nada de nada. Ellos lo toman literaralmente todo y así no se puede ir con ellos de discursito académico.

Saludos y me alegro de que estés ya de vuelta, tras tantas vivencias positivas, reencuentros y todo eso.

ana -

Hay cosas tan inútiles... y tan hermosas!!!

darilea -

ínutil un abrazo, una caricia, una sonrisa??
Quisiera estar rodeada siempre de inutilidad.
Besitos, me alegro verte de nuevo por mi blog.

Gatito viejo -

El punto subjetivo es el que impera hablando de utilidad o inutilidad, pero ha estado bien que un Premio Príncipe de Asturias rescate el valor real de lo que generalmente la sociedad tilda de inútil. Hay, sin embargo, una sutil ironía en el discurso de Auster, al menos así lo veo yo. Por otra parte, en cuanto a tu aportación de cosas inútiles, me apunto a alguna de ellas y a esta otra: andar por la hierba con los pies descalzos o por la playa, qué sé yo...
Un abrazo

ideas -

La utilidad o inutilidad de la mayoria de ellas depende de quien las perciba...

white -

No entiendo el término inutilidad asociado al arte, qué es útil y qué inútil, creo que eso es algo demasiado personal como para dogmatizarlo.

reina -

No puedes tener más razón, hay cosas aparentemente "inútiles" que llenan nuestro corazón de un gozo indescriptible, lo que pasa es que hay que tener la sensibilidad a flor de piel para poder captarlas, y en el caso del arte, acompañada de una educación del intelecto, que no es lo esencial, pero ayuda.

En alguna ocasión leí que el arte es la sublimación de lo inútil, va en la línea de lo que plantea Paul Auster.

Y la sensiblidad y la cultura no están reñidas con los aspectos más practicos de la vida, que saber arreglar un escape de agua traicionero puede dar mucha tranquilidad al alma para dedicarse a placeres más elevados.

Besitos, Búcaro.