Les heures souterraines
Novela de la escritora francesa Delphine de Vigan, nacida en 1966. Nos hace un retrato hábil de las historias amargas de dos personajes. Mathilde ocupa un puesto directivo en una empresa de marketing, viuda y con tres hijos, de pronto su universo laboral se tambalea y con ello toda su vida. El día a día se le hace más difícil como consecuencia de la actitud de su jefe Jacques, que no acaba de entender. Thibault es médico y se desplaza por distintos lugares de Paris atendiendo a sus pacientes. Está perdidamente enamorado de una mujer que le da la espalda. Recorrimos las jornadas cotidianas de estos dos personajes, independientemente, sólo en algún momento estas historias se rozan levemente. Atrapados en sus vidas y en medio de la gran ciudad, son historias grises y en ocasiones hasta desesperadas, las que nos transmite de una manera descriptiva la autora. Poco lugar para la esperanza se nos comunica y en muchos momentos el vivir se convierte más bien en un duro sobrevivir. He disfrutado con el trasncurrir de la lectura, pero me hubiese gustado disfrutar también con el final, cosa que no he hecho.
"Elle rêve parfois d’un homme à qui elle demanderait : est-ce que tu peux m’aimer ? Avec toute sa vie fatiguée derrière elle, sa force et sa fragilité. Un homme qui connaîtrait le vertige, la peur et la joie. Qui n’aurait pas peur des larmes derrière son sourire, ni de son rire dans les larmes. Un homme qui saurait.
Mais le gens désespérés ne se rencontrent pas. Ou peut-être au cinéma. Dans la vraie vie, ils se croisent, s’effleurent, se percutent. Et souvent se repoussent, comme les pôles identiques de deux aimants. Il y a longtemps qu’elle le sait."
(A veces ella sueña con un hombre a que le solicitaría: puedes amarme ? Con toda su vida cansada detrás de ella, su fuerza y su fragilidad. Un hombre que conociera el vértigo, el miedo y la alegría. Que no tuviera miedo de las lágrimas detrás de su sonrisa ni de su risa en las lágrimas. Un hombre que supiera.
Pero la gente desesperada no se encuentra. O quizás en el cine. En la vida real, se cruzan, se rozan, se chocan. Y a menudo se repelen como los polos idénticos de dos imanes. Hace mucho tiempo que ella lo sabe.)
1 comentario
Ángela. -
Gracias por traernos tantos libros.
Y, sobre todo, gracias por tu amistad.