El Futuro Imperfecto

         El nació el día en que se cumplieron, con exactitud milimétrica, los nueve meses de embarazo. Desde pequeño se comportó como un niño modélico en todos los sentidos y con los años fue creciendo su fama de responsable. Sus notas fueron siempre excelentes y aquel brillante currículo le abrió las puertas de un buen trabajo.

        Pero un día El se encontró con Ella y aquel sólido edificio de su responsabilidad, que tanta seguridad le había dado siempre, comenzó a tambalearse. Al principio los temblores eran casi imperceptibles pero más adelante se convirtieron en fuertes sacudidas que amenazaban con desmoronar su edificio interior. El comenzó a asustarse. Ella desde su privilegiada atalaya no dejaba de observarle entre pícara y divertida. Al fin, no pudo más y El decidió enfrentarse con Ella, la vida real, y preguntarle que por qué había irrumpido en su existencia de esa manera y no le permitía seguir “tan normal” como siempre y seguir siendo tan responsable y consecuente. Ella le habló despacio, no quería asustarlo demasiado y le aclaró que no todo era tan simple como El siempre había pensado y que no podía ser tan “perfecto”, que precisamente era un signo de madurez que, ahora, se hubiera dado cuenta de ello

       Salió de aquella charla tan mudo como reflexivo pero empezó a atisbar, aunque reconocerlo le doliera, que Ella tenía razón y que debía aceptarse con todas y cada una de sus múltiples imperfecciones. Larvadas, ocultas, pero que aunque siempre se negó a reconocerlas, habían estado ahí.

     Fue, entonces, cuando se dio cuenta que lo único que debía hacer, a partir de ahora, con su vida, era transformar el tiempo del verbo y pasar del pretérito perfecto al futuro imperfecto.

 

9 comentarios

[lokura - 01 de febrero de 2006 - 10:58]

Expones, argumentas y dibujas. Tal vez si todo fuera explicado con ese mimo todo lo entenderiamos mejor... a veces.. en las cosas importantes no sabemos hablar,, cuantas cosas tal vez son solo... eso, malos entendidos, emociones no verbalizadas. Me gusto sin duda

[Gatito viejo - 31 de enero de 2006 - 19:53]

Sí, el hombre ( y que conste que estoy usando el genérico) es un ser imperfecto por naturaleza y a veces esa imperfección es la sal de la vida, sin pasarse, claro.
Me gustó mucho tu relato. Ya sabes que esta sección de "El y Ella" me gusta especialmente.
Saludos

[D. - 31 de enero de 2006 - 12:49]

Me encanta esto de que alguien describa justo lo que aparece de pronto por mi vida. Gracias por el pequeño quiño que me has dado sin saberlo.

[Anawin - 31 de enero de 2006 - 12:42]

Encontrarte de frente con Ella, puede ser duro. Pero tarde o temprano ha de llegar, aunque nos desmonte lo establecido. Saludos.

[ideas - 31 de enero de 2006 - 07:45]

La vida se puede ver de muchas maneras, como un inventario de lo que tienes o como una lista de lo que te falta...

[Marisma - 31 de enero de 2006 - 06:28]

ah,y otra vez gracias por tu comentario

[Marisma, se me fue inconcluso - 31 de enero de 2006 - 03:19]

Año de desmitificación y a pesar de los porrazos un tanto dolorosos en ciertos casos, me hizo bien pues se limpia la mirada y los sueños se vuelven más exigentes de realidad, consecuencia y concreción, me da gusto haber llegado aquí, me hizo mucho sentido tu escrito, será porque también he estado últimamente en serias y largas conversaciones con Ella.

Saludos

[Marisma - 31 de enero de 2006 - 03:17]

Curiosamente, ayer pensaba en que el 2005 fue para mi un

[Julio - 31 de enero de 2006 - 00:22]

Pues mira, ojeando por ahí blogs que empleen un lenguaje entendible, me he tropezado con el tuyo y me he detenido en él; ¿un advenedizo?.
Me gusta más conjugar el presente que el futuro imperfecto. Yo creía que Ella te lo iba a aconsejar.

Encantado y un saludo