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El búcaro de barro

¡Ya llegó!

¡Ya llegó!

        Se levantó con un fuerte dolor de cabeza. No recordaba nada de lo ocurrido la noche anterior. El estómago lo notaba pesado. Salió con paso vacilante de su dormitorio mientras su zapatilla hacía crujir una bola de color verde que se atrevió a  cruzarse en su camino. Los desperdicios de comida sobre la mesa de la cocina arañaban el aire con su mezcla nefanda de olores. Dos botellas de champagne vacía se besaban apoyándose mutuamente por sus golletes para no caer. Junto a ellas mi cartera abierta había sustituido los billetes por justificantes de compras. Papeles rasgados de regalo se amontonaban en el suelo con una forma caprichosa. Su cabeza parecía girar a la par que la habitación. Miró el calendario: 3 de Diciembre, una idea gris empezaba a tomar forma en su cabeza, en aquel momento un retortijón lo condujo urgentemente al retrete. En el lavabo un gorro de Papá Noel. Cuando sentado en la taza a través de la ventana le llegaron los sones de un villancico, no lo dudó: ¡cada vez se adelantaba más todo ese marketing navideño, que impulsaban los comercios!

4 comentarios

Tana -

No sé si para bien o para mal pero este año tengo una desgana conmigo que..., no, no he comprado hasta la fecha absolutamente nada y, la verdad, ni ganas. Supongo que con el correr de los días no me quedará otro remedio :) ya sabeis, alguien tiene que hacerlo. Saludos!!!

isabelbarcelo -

El tres de diciembre es, ciertamente, una fecha muy temprana para ir ya vestido de papa noel y bebiendo champán... No sé si llegarás al 25. Un post muy simpático. Saludos cordiales.

Nanny-Ogg -

La Navidad, pa los centros comerciales, llegó cuando el puente del Pilar... Cualquier día empezarán en Carnavales...

Gatito viejo -

Sí, luces de colores, escaparates de cebo, bolsillos llenos, comida hasta la saciedad... Así parece presentarse de nuevo la navidad comercial. ¿Resistiremos? claro, un año más...
Saludos