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El búcaro de barro

Un rencor profundo

Un rencor profundo

             Estréchame la mano, no seas rencoroso… Sí, ya sé que no me porté muy bien contigo, que tu mujer se vino conmigo y por mi culpa  te expulsaron del trabajo. Pero no seas así y dame la mano. Espero que seas capaz de olvidar todo eso.

             ¡Coño! dame la mano que se está rompiendo la cuerda a la que estoy agarrado y cuelgo sobre el precipicio. Vale,…¡no!, la que tienes impregnada de aceite ¡no!...¡la otraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

3 comentarios

Mityu -

Intento, una vez más, dejar constancia de que esta persona te visita y siente el espacio más vivo y más real. Paisano, ese rencor profundo fue una manera de desdramatizar, no es cierto?
Un saludo.

Lludria -

Caaaaray!!! Muy buen relato. Obviamente razones no le faltaban al buen hombre para tener la mano..., resbalosa :)
Saludos!!!!

Patri -

Jajajajaja... ¡¡qué buen post!!

Besotesssssssssss