Esos instantes...
Llevo unos días de mucho trabajo y cuando llega la noche noto como el cansancio se aúpa de una manera especial sobre mis hombros, por eso se agradecen esos instantes especiales, como esta noche en que he podido contemplar la luna llena tintineando en el cielo, mientras me embriagaba el perfume exótico de la flor del azahar, que florece por segunda vez en noviembre.
3 comentarios
Isabel -
prometeo -
tejedora -
Hay que aprovechar los instantes especiales al máximo e incluso muchas veces dan rienda suelta a nuestra imaginación o solemos hacernos preguntas con el fin de encontrar alguna respuesta.
¡Ah! Hoy me embriagué del perfume de dama de noche, cuando acostumbro a olerla en verano. Algo inusual, mientras iba por la calle y con algo de frío. Y ese olor evocaba recuerdos, Búcaro.
Un abrazo.