Cita a ¿ciegas?
Él salió de su casa con paso vacilante, iba a encontrarse con ella. Mientras caminaba era consciente de que su visión del mundo había cambiado, aunque él se resistía a reconocerlo. Llevaba días esperando aquella cita y cuando estuvo delante de ella descubrió que sus piernas le temblaban. Lo condujo, con suma delicadeza, hasta una silla y se sentó frente a él. Las delicadas manos de ellas, tan frías como suaves, con unas uñas delicadamete recortadas, levantaron su rostro indicándole que le mirara fijamente a sus ojos.
Sus miradas se encontraron, él admiró aquellas negras pestañas que servían de antesala a unos ojos luminosos que resaltaban en un rostro mimosamente ornado por una leve capa de maquillaje. Ahora miraba sus labios y estaba inquieto pendientes de aquellas palabras que sabían que podían cambiar el resto de su vida. Al fin, aquel silencio se quebró con la voz dulzona de ella:
-Sí, efectivamente necesitas gafas, pero has tenido suerte, porque este mes tenemos rebajas porque estamos de aniversario- le dijo la dependienta de la óptica a la que había acudido.
2 comentarios
Lunaria -
Saludos.
Prometeo -