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El búcaro de barro

Un encuentro etéreo

Un encuentro etéreo

     Recuerdo cuando te vi por vez primera, fue al doblar una esquina. Tus formas voluptuosas, ondulantes al aire y acicaladas por los rayos de sol, atrajeron irremisiblemente mi mirada. Troqué el camino, que seguía hasta ese momento, para seguir la senda que me marcabas. Cual una moderna Salomé bailabas en el espacio, pero sin la protección aparente de ninguno de los siete velos. Mis ojos y mis pasos pugnaban por acercarse a ti, pero tú como si juguetearas conmigo acelerabas tus movimientos. No podría decir hasta cuando duró aquel juego mientras el que mi mente fantaseaba con todo lo que podría hacer yo contigo.  Solo sé que, sin razón aparente, impresionante pompa, ¡estallaste en el aire!

3 comentarios

Lludria -

Si no hubieras puesto la fotografía, el texto me hubiera descolocado por commpleto :)
Es estupendo! Besote!!

delunaria -

Aún conservo el botecito para hacer pompas que me regalaron cuando era pequeña. Me gustaba tanto que lo cuidé para no perderlo. Claro, no pensé que al cabo de los años seguirían vendiendolos.
Besos.

Brisa -

Curiosa circunstancia esa que se produce cuando algo bello que explota por fuera nos cala por dentro. Nada que me ha gustado ese juego entre pompas de jabón.

Un abrazo :)