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El búcaro de barro

Entre San Polo y San Saturio

Entre San Polo y San Saturio

        He recorrido muchos kilómetros durante este verano, pero, sin duda, los más deliciosos han sido los paseados en Soria entre las ermitas de San Polo y San Saturio, bordeando la orilla del Duero a los sones del rumor alegre de las ramas de los chopos, mientras mi interior se regocijaba en los versos de Antonio Machado, que tan bien supo retratar en sus palabras los Campos de Soria:

He vuelto a ver los álamos dorados, 
álamos del camino en la ribera 
del Duero, entre San Polo y San Saturio, 
tras las murallas viejas 
de Soria —barbacana 
hacia Aragón, en castellana tierra—.

Estos chopos del río, que acompañan 
con el sonido de sus hojas secas 
el son del agua, cuando el viento sopla, 
tienen en sus cortezas 
grabadas iniciales que son nombres 
de enamorados, cifras que son fechas.

¡Álamos del amor que ayer tuvisteis 
de ruiseñores vuestras ramas llenas; 
álamos que seréis mañana liras 
del viento perfumado en primavera; 
álamos del amor cerca del agua 
que corre y pasa y sueña, 
álamos de las márgenes del Duero, 
conmigo vais, mi corazón os lleva!

3 comentarios

Meritxell -

Qué buen sitio para leer al genial Machado. Paz y sosiego como pocos.

Un beso.

tejedora -

Es preciosa la foto, Búcaro. Hace falta conocer bien un lugar para escribir sobre él.
Me gusta que viajes y buenos destinos que has elegido entre París y Soria.
Un abrazo.

ideas -

¡No sabes bien la ilusión que me hacen tus palabras!.. y la foto.. ahi he vivido yo alguno de los momentos más bonitos de mi vida, sobre una piragua, como las que salen ahí...