Lecturas de junio

   Me gustan estos días de junio en que las tardes me permiten acercarme hasta la playa y regodearme en el disfrute silencioso y vivo de la lectura de un libro. La temperatura es agradable aún el sol no caldea  como en verano y la piel se dejan acariciar por estos rayos trémulos que tan quedamente desperezan a la melanina de la piel. La playa casi desierta no está invadida, todavía, como lo estará en pocos días, por las sombrillas multicolores de nativos y foráneos y el molesto murmullo de la muchedumbre. El rumor de las olas, a modo de sonoro silencio,  invita al sosiego y a dejar que la mirada, posada tenuemente sobre las líneas, avive la mente, azuce a la imaginación y dispare los sueños hasta más allá de las estrellas.

3 comentarios

[Lydia - 18 de junio de 2010 - 11:26]

Yo también tengo ganas de empezar con esas lecturas playeras... lo malo es el tiempo, que todavía no acompaña. A ver si levanta...

[tejedora - 18 de junio de 2010 - 10:56]

Haces bien en aprovechar ahora, antes de que la playa esté llena de gente. Y es que nos acostumbramos a determinados ambientes, ¿no crees?
A falta de playa por aquí, me voy al parque que está cerca de casa algunas veces a leer.
Besitos, Búcaro.

[Teresa - 17 de junio de 2010 - 21:28]

Total, que no lees nada.
Jajaja!!!
¡¡¡Ay pillín, que tienes los sueños muy cerca tú!!!