Como dos mariposas
Vuelan continuamente por el aire, cada una con su revoloteo, pero en ningún momento olvidan a la otra, ni se alejan de ella. Luego, en una postura muy repetitiva, se posa una sobre la otra y se acurrucan entre sí. Juntas cuando se elevan al cielo para orar, acompasadas cuando multiplican caricias, cruzadas para descansar, ocultas para protegerse del frío, entrechocándose con fuerza para mostrar su alegría o desnuda y cálida para encontrarse con otra.
Establecen largos discursos sin palabras, trasparentando el ánimo, la alegría, la timidez e, incluso, las torpezas. Unas veces cuidadas hasta la extenuación, vestidas en piel suave y coronadas de cimas primorosamente esculpidas. Otras desgajadas por el esfuerzo cotidiano, los extremos aparecen romos o astillados. Nos relatan las historias que languidecen tras ellas o los triunfos de las que fueron partícipes.
Esta bien avenida pareja es capaz de arrancar los más grandes placeres o los más terribles dolores. En definitiva, son las que mueven el mundo. Las manos...¡qué poco haríamos sin ellas!
6 comentarios
Carolina -
ana -
Kotinussa -
gatito viejo -
Meritxell -
Brisa -
Un abrazo